Propiedades de las lámparas de sal
Las lámparas de sal proceden de las salinas de la cordillera del Himalaya, en las que supuestamente, hace millones de años, antes de que las placas tectónicas chocaran, estaban cubiertas por el mar y fueron levantándose hacia arriba, y es por ello, que ha quedado tanta concentración de sal, que junto con otros minerales, le da ese color anaranjado característico de la sal del Himalaya.
La sal está compuesta principalmente por sodio y cloro (NaCl). El sodio tiene carga positiva y el cloro carga negativa. La lámpara de sal al calentarse atrae moléculas de agua desde el aire y se forma por tanto una solución de nacl y h2O. Igualmente el agua (H2O) tiene dos moléculas de hidróigeno, que es positivo, y una de oxigeno que es negativo. Al final de la reacción, los positivos neutralizan a los negativos, pero siempre queda un negativo suelto que intentará neutralizarse buscando un ion positivo en el polvo, las bacterias, radiación o partículas que corren por el aire de la habitación. De esta manera es como las lámparas de sal ionizan el ambiente y reducen la exposición a los iones positivos. Estos iones negativos también los podemos encontrar en la naturaleza en lugares como cascadas o lugares donde exista aire puro, y también en atmosferas anteriores a una tormenta eléctrica.
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