Aunque existen distintos tipos de masajes
siempre solemos relacionarlos con aquellos que sirven para la relajación o la
recuperación física. Sin embargo, el psicomasaje es una de las técnicas más
reveladoras y útiles para el bienestar de nuestra mente, ya que está asentada
en una combinación de psicología y masaje que logra prestar atención no sólo a
los bloqueos y tensiones físicas sino también a sus equivalencias emocionales.
Desde que nacemos reaccionamos a las presiones
y cuando no podemos afrontarlas los músculos esconden las emociones mediante
contracciones. Con el tiempo estas tensiones musculares se vuelven crónicas y
ponen trabas a la respiración.
Este tipo de psicomasaje permite llegar a
emociones y bloqueos de los que no se es consciente, desactivar murallas y
activar nuevas motivaciones. Es un viaje para descubrir todo aquello positivo y
negativo que se tiene guardado interiormente en forma de tensión muscular.
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