RENACIMIENTO EN NAVIDAD
Navidad es natividad, es nacimiento y
renacimiento; es ese volver a la vida, es encarnar nuevamente en la naturaleza
de ese niño Dios puro y transparente.
Es recuperar la inocencia perdida y volver a
vivir. Para volver a vivir primero tenemos que morir. Morir a todo aquello que
impida rescatar nuestra paz interior que es el cauce de la verdadera felicidad.
Es deshacernos de esas viejas vestiduras que se convierten en ataduras y nos
impiden surgir en la vida.
Morir para vivir y vivir para morir debe ser
nuestra consigna diaria; no esperando la muerte física para renacer, sino morir
cada día a todo lo que nos impide vivir plenamente.
Ese renacimiento comprende tres tiempos que son
uno solo en realidad: El escenario del pasado, el presente vivo y el futuro por
construir.
Morir al pasado: Eso significa perdón,
reconciliación e integración con nosotros mismos y con los otros; quitarnos la
culpa, el miedo la crítica, el juicio y el rechazo.
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