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jueves, 11 de mayo de 2023

DESARROLLO DE LA INTUICIÓN “EL IDIOMA DEL AMOR” POR ALEI MARTÍ EL LUNES 22 DE MAYO A LAS 18:30H EN LIBRERÍA ALBAREDA / APORTACIÓN VOLUNTARIA / PARA MÁS INFORMACIÓN O RESERVA DE PLAZA DEBES LLAMAR AL 976-443603 O AL 699-296142

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El amor es uno de los aspectos más importantes en nuestra vida y está presente en nuestras conversaciones. Hay innumerables películas y canciones sobre amores felices y desgraciados. Innumerables veces, las lágrimas o la emoción nos embargan por razones de amor.

Sin embargo, el hombre –y la mujer– de nuestra época no conciben el amor como una asignatura pendiente, como algo para aprender; solo es un sentimiento espontáneo: el enamoramiento o el deseo sexual.

Y en las consultas a psicólogos, las preguntas más usuales sobre el amor se refieren a cómo podemos ser amados, nunca a cómo podemos aprender a amar.

 

Pero ¿a qué llamamos amor?, ¿es el amor el deseo sexual?, ¿es algo más?, ¿es lo mismo amar a los padres, a los hijos, a los amigos, a nuestro compañero, compañera? ¿Y el amor a nuestro perro, o gato, o periquito?, ¿y el amor a nosotros mismos es solo egoísmo?

El tema es mucho más vasto de lo que nos sugiere la primera impresión. Dice Platón que el cielo se mueve por amor. ¿Acaso Dante argumentaba como Platón, cuando decía que era el amor lo que movía el sol y las estrellas? ¿Es lo mismo el amor a una persona que amar el trabajo, la patria? ¿Y el amor a la justicia, a la ciencia, al arte? ¿Y aquello del amor a Dios y el amor de Dios?…

 

Si el amor no es bello ni bueno, ¿será feo y malo? Ciertamente no, el no ser bello ni bueno no implica necesariamente el ser feo y malo, como el no ser sabio no implica necesariamente ser ignorante. Entre belleza y fealdad –bondad y maldad–, como entre sabiduría e ignorancia, hay términos medios, y este es el caso del amor. Por ello, no tiene que considerársele, como hace la opinión común, como un gran dios, ya que no puede negársele a los dioses la belleza y la bondad. No es un dios, ni un mortal, es un gran daimon, un intermediario entre dioses y mortales.

 

La idea es sencilla, el amor es el camino, el nexo de unión con aquello que llamamos perfecto, divino, hermoso, sirve de enlace y comunicación llenando el vacío que existe entre lo visible y lo invisible. Por amor somos capaces de hacer y vivir aquello que el cuerpo biológico no puede concebir: es lo heroico; por ejemplo, por amor uno deja su tranquilidad y comodidad y entrega su vida al servicio de los demás, sea curando a enfermos o enseñando a niños. La actitud de servicio puede empezar por barrer un suelo, o saber escuchar, o resolver un problema ecológico, social, o poner un poco de belleza física, de cortesía; son dictados de la conciencia, del corazón, que no vienen del materialismo egoísta sino del amor.


 

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